Enreversado
Por andar a las carreras
A una buena y sabia amiga
Una pausa es lo que quiero
que hoy detenga tu faena
porque esta conseja buena
no se quede en el tintero.
Paso a paso va el viajero
construyendo su destino;
si lento aborda el camino,
tomando su tiempo alcanza
a gozar la lontananza
desde el lugar donde vino.
Mas, si toma la carrera,
nada sabe de su entorno:
todo es vértigo y adorno,
tanto da si se cayera.
Antes de actuar, la mollera;
que no hay más grande pesar
que ponerse a imaginar
eso que pudo haber sido
no habiendo entonces corrido
si podíamos caminar.
Ármate de sabia espera;
los frutos se dan con tiento.
Lento prueba tu alimento,
gana más quien persevera.
Y, si tu fe desespera,
no caigas en lo de esotros:
enfuriarse como potros.
Cata la Naturaleza,
ella siempre anda sin priesa
y dura más que nosotros.
“Si caminas sin premura,
descubrirás cosas bellas”,
lo escribiera en las estrellas
de dar mi verbo la altura.
Desesperado sin cura,
tras hablar con mi conciencia,
elegí esta penitencia:
quiero, si mis ruegos valen,
de cumpleaños me regalen
un poquito de paciencia.
Estuardo H. Rendón